jueves, 26 de noviembre de 2015

No te debo nada.

Te di lo mejor de mí hasta en esos momentos en los que sentía que no era nadie. Te di todo lo que pude y más.

Aquellos domingos que debería haber estado estudiando y sin embargo los pasaba en casa viendo películas juntos, aquel dinero que debería haber ahorrado y lo gasté invitándote a cenar. Aquellas ganas de conocer mundo que perdí porque tú no podías ir a conocerlo conmigo.

Te lo di todo y más.

Eso es lo malo de enamorarse, que lo das todo y te quedas sin nada.

Aun así me dices que te lo debo. Que te debo todo eso por haberte hecho daño, que la indiferencia con la que me tratas es normal ante tus ojos, que no merezco más.

No, lo siento.

No te debo nada porque desde el principio te lo di todo.

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