sábado, 7 de noviembre de 2015

Queríamos matarnos.

Quise demostrar que no era amor lo que sentía. Estaba claro, yo no lo quería ni cabía una oportunidad de que eso ocurriera. Era imposible que dos personas como nosotros nos enamoráramos, sólo había que mirarnos, no nos soportábamos. Discutíamos y follábamos. Quizá, esa era la mejor parte de todo; que nos odiábamos tanto que queríamos matarnos y, entonces, nos matábamos a polvos todas las noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario